miércoles, 24 de noviembre de 2010

MADRIGAL

Ojos claro, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿Por qué si me miráis, miráis ariados?
Si cuanto más piadosos
mas bellos perecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.

¡Ay!, tormentos rabiosos.
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

Autor:
      Gutierre de Cetina

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